Pretencioso

¿Cómo estuvo tu semana? Bien, pero vuelvo a lo mismo, sigo rumiando las ideas en busca de una respuesta que me pueda consolar y dar seguridad, creo que el proceso es en vano y la pregunta está mal formulada o la solución no existe. Quiero que la vida tenga significado aún sabiendo que no lo tiene y que lo puede llegar a tener si me convenzo y olvido, que todo es subjetivo y el valor nace en mi cabeza. Me resultaría fácil abrazar a mi familia, el momento y las ilusiones, a Dios, pienso lo contrario cuando no lo hago. Ojalá pudiese desterrarme el alma, no ser yo y ser tú, sentirte, saber qué piensas, cómo se siente vivir, no estar definido por mi clase social. Creo que aprendería a conocerme a mí, a la especie y el amor. Me deshago en el despecho, quiero obsesionarme contigo, voy a ocuparte en mi mente todo el día, idealizarte y hacerte reina de mis páramos que cuando veas estén vacíos arrasarás con indiferencia. Vuelvo, retomaré lo que se me prometió, me quedé sin reino y la aventura para recuperarlo sería entretenida si tuviese el valor y el norte. Me voy a morir, esto es lo más certero de todo este párrafo y no se puede hacer nada, no me angustio ya, sino siento envidia por el artista que a pesar de morir vivirá en las palabras y notas musicales, cazando ilusiones de los pobres y afortunados.